Advertencia: Se recomienda no intentar desmontar el mecanismo de un reloj si no se tienen los conocimientos y experiencia suficientes para hacerlo con seguridad. En el mejor de los casos no podrá volver a montarlo, y en el peor lo dañará.
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H. Jendritzki nos dice en su libro La reparación de péndolas antiguas (Editions Scriptar SA): […] «Antes de desmontar la máquina, tendremos ya una imagen clara del estado del reloj, pero no sin someterlo previamente a un baño de limpieza. En primer lugar, evítese desarmar un mecanismo desconocido, por más simple que parezca, antes de hacer un croquis, o mejor – de ser mecánicas complicadas – una foto del mecanismo. La experiencia nos enseña que reparar estos relojes exige un tiempo bastante largo, y que surgen a veces ciertas dificultades al volver a montarlos. Por otra parte, las fotos, de por si interesantes, tarde o temprano pueden ser utilísimas para eventuales investigaciones». […]
Desmontar y montar mecanismos de relojería, son tareas habituales al reparar relojes. Aunque no siempre es necesario desmontarlos, en muchas ocasiones si lo es. Otras operaciones como la colocación de buchones, el pulido de superficies, o la limpieza, requieren desmontar la maquinaria del reloj.
Descarga de la energía de los muelles reales
Esta es una operación fundamental antes de desmontar el mecanismo del reloj. Los relojes necesitan energía para funcionar. En los relojes mecánicos, lo habitual es que esta se obtenga de una de estas dos formas: 1) Por la fuerza de una pesa y 2) Por la fuerza que ejerce un muelle real.
Los muelles reales son bandas de acero con elasticidad, que al dar cuerda al reloj enrollamos sobre si mismas. A medida que el muelle se va desenrollando, va cediendo la energía que hace posible que el reloj funcione.
Si no descargásemos de energía los muelles reales, y esta se liberase instantáneamente al desmontar el mecanismo, se producirían daños graves en las piezas. Por lo tanto, la primera regla es: Nunca se desmontará un mecanismo sin asegurarnos de que la energía de los muelles ha sido previamente descargada.
Observación del mecanismo
Es conveniente observar con atención el mecanismo antes de desmontarlo. Comprender su funcionamiento ayudará durante el proceso de reparación. En un mecanismo sin desmontar será más fácil comprender como funciona. Otra de las razones para observarlo con atención es la determinación de los defectos que hay que corregir y las piezas a reparar.
Dibujos y fotografías
Igualmente, las fotografías tomadas antes de desmontar el mecanismo, servirán en el proceso final de montaje. Lo harán más sencillo. La toma de fotos, también durante el resto del proceso de reparación, permitirá ir formando una base de datos fotográfica de las reparaciones. Ya se comprende que este tipo de información, junto a las notas o informes relativos a las reparaciones, será de enorme interés para recordar los trabajos que se han realizado.
A medida que se vaya ganando experiencia, se observará que hay ciertos mecanismos que se ven con frecuencia en las reparaciones. Se trata de mecanismos que se han desmontado y montado muchas veces. En estos casos, no será necesario hacer croquis y tomar fotografías para montarlos, dado que se habrán montado muchas veces.
Posición corporal
Al montar un mecanismo es conveniente adoptar una posición del cuerpo lo más cómoda posible. Esta es una recomendación válida para cualquier trabajo de relojería, y muy especialmente para los trabajos de montaje. La elevación del plano de trabajo en el que se coloca el mecanismo para su montaje, hasta la altura de los ojos, permite trabajar con comodidad. Abordar la tarea del montaje con una posición corporal incómoda, aumentará la dificultad. Cuanto más complicado sea el montaje del mecanismo, mayor importancia tendrá este punto.
Iluminación
La iluminación es fundamental para poder hacer cualquier trabajo de relojería. El montaje de mecanismos no es una excepción. Tener bien iluminado el espacio entre las dos platinas del mecanismo, es muy útil para colocar las piezas.
Precauciones
Uno de los riesgos que se presentan en el montaje, es el de la rotura o doblado de los pivotes. Si los pivotes son de pequeño diámetro, hay que extremar las precauciones para que no se dañen al encajar las piezas entre las platinas. Es fundamental no emplear excesiva fuerza al encajar las piezas. También ayuda la realización de montajes parciales del mecanismo, procediéndose después al montaje completo.
Otras precauciones deben tomarse, no por riesgo de roturas, sino porque en algunas piezas debe existir una posición relativa determinada. Por ejemplo, en la sonería, es conveniente que la rueda dentada que impulsa el martillo de la sonería, en estado de espera no tenga una fuerza de frenado. Dicho de otra forma, cuando arranca la sonería, hay que evitar que sea frenada por el brazo del martillo. Lo mejor es que cuando la rueda se encuentre con el martillo – que ejercerá una fuerza de frenado – aquella ya esté en movimiento.
Regulador de la sonería de un mecanismo París. Obsérvese el pequeño diámetro de los pivotes.
Los mecanismos más complicados
Existen muchos tipos de mecanismos. Como regla general, a mayor número de piezas, más difícil resulta el montaje. Un tipo de reloj que se ve con bastante frecuencia es el de carillón. Suelen tener tres trenes de engranajes, y son más difíciles de montar que los de dos trenes. Los menos complicados son los llamados «mudos», esto es, relojes sin sonería. Hay otros tipos de relojes cuyos mecanismos son tanto o más difíciles de montar que los carillones: otros tipos de relojes musicales, los relojes de viaje, etc.
Identificación de las piezas
En algunos mecanismos puede ser necesario identificar las piezas al desmontarlo, para que una vez limpias y completadas las tareas de reparación que se requieran, proceder a colocarlas en su sitio.
Juego axial
Los ejes con sus ruedas dentadas y piñones, una vez colocados entre las platinas, deben tener cierto juego axial. Se trata de que puedan tener cierto juego en la dirección longitudinal. Esto favorece el funcionamiento del mecanismo.
Engrase
Deberá tenerse en cuenta que una vez montado el mecanismo, no se podrá acceder a todos los puntos del mismo. Aquellos puntos que requieran engrase, no accesibles tras el montaje, deberán engrasarse primero.
Comprobación
Una vez montado el mecanismo, se procede a las operaciones de ajuste, y engrase. Se comprueba que todo funciona correctamente, antes de colocarlo en la caja del reloj.