Un espacio dedicado al mundo del reloj
Las causas por las que los relojes no funcionan pueden ser varias. Es habitual la sorpresa del propietario del reloj que habiéndolo visto funcionar siempre bien, observa que de pronto ha dejado de funcionar. «No anda mi reloj», «Ha dejado de funcionar», comenta al relojero.
Los relojes – de tipo mecánico – tienen en su interior un mecanismo, que necesita estar en buen estado para que pueda hacer todas sus funciones: Movimiento de las agujas que nos permite saber la hora, o accionamiento del martillo sobre un gong o una campana al dar las horas.
El engrase del mecanismo reduce en el las fuerzas de fricción. Es muy importante que estas fuerzas de rozamiento tengan un valor muy bajo. El lubricante – grasa o aceite empleado por el relojero – se pone en la superficie de contacto de las piezas que rozan.
El relojero utiliza para esta función, aceites y grasas específicos de Relojería, y los aplica solamente en las partes del mecanismo donde es necesario.
El mecanismo del reloj, tras años de funcionamiento, probablemente estará sucio. En el ha podido acumularse polvo. Los lubricantes utilizados en el, se habrán degradado y ya no ejercerán su función. La oxidación también puede estar presente en el mecanismo.
La solución a este problema consiste en efectuar una limpieza profunda del reloj, que en la mayoría de los casos requiere desmontarlo completamente.
Este es otro de los fenómenos habituales que se producen en los relojes mecánicos. Su magnitud será mayor cuanto menor sea el mantenimiento del reloj.
Un reloj abandonado a su suerte, funcionando sin ningún tipo de mantenimiento ni engrase durante años, probablemente tendrá un grado de desgaste elevado.
El reloj, en esas condiciones, seguirá funcionando, hasta que (pasado cierto número de años), dejará de funcionar.
Por eso es importante – si se quiere conservar un reloj – hacer que sea revisado periódicamente por un relojero, el cual entre otras operaciones, procederá a engrasarlo.
Existen también otras causas por las que un reloj no funciona. Veamos algunas:
Si el péndulo roza con algo el reloj puede dejar de funcionar. La forma de evitarlo es detectar el punto en el que roza y nivelar el reloj para que deje de hacerlo.
Por alguna razón el reloj «se ha movido» y se ha desnivelado. Esto ocurre a veces al darle cuerda, o bien al cambiarle a otra ubicación dentro de la casa. Detectaremos cuando la nivelación es correcta al escuchar el tic tac del reloj.
A veces rozan, entre si, con la esfera o bien con la ventana de vidrio del reloj. Esto produce una fuerza de frenado que puede parar el reloj.
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