Las causas por las que un reloj carillón puede sonar mal son varias. Centrándonos en las relacionadas con las varillas y los martillos, veamos cuales son las más frecuentes.
¿Cómo se produce el sonido?
El reloj dispone de un mecanismo carillón que acciona los martillos. Estos percuten sobre unas varillas, que al vibrar, producen notas musicales en una secuencia determinada. Así se crea la melodía. La más habitual en los relojes carillón es la melodía Westminster.
Melodía Westminster
En el siguiente video puede escucharse la melodía Westminster. No en todos los relojes carillón suena de la misma forma. La intensidad del sonido, el timbre, la duración de cada nota, la acústica de la caja…, determina los sonidos que percibimos, y lógicamente varían de un reloj a otro.
En las dos imágenes siguientes podemos ver el interior de un reloj carillón de caja alta o antesala. Dispone de dos filas de varillas musicales, produciendo cada una de ellas una determinada nota cuando es percutida por su correspondiente martillo. A un lado están las varillas para el carillón, que en este caso puede hacer sonar 2 melodías. Al otro, las varillas para los toques de enteras, que se obtienen cuando los martillos percuten sobre ellas simultáneamente.
Las varillas de la sonería están dispuestas, en este caso, en posición vertical. En los relojes carillón de pared o de caja alta, las varillas suelen estar en posición vertical, y en los de mesa, en posición horizontal.
Varillas en contacto
Las varillas están íntimamente unidas a un bloque metálico que a su vez va firmemente fijado a la caja. Con esta disposición, las varillas producen sonido cuando vibran tras ser percutidas por los martillos.
¿Que ocurre cuando las varillas entran en contacto?, pues que no pueden vibrar libremente y producen un sonido defectuoso. A veces, las varillas no guardan la distancia de separación original y entran en contacto. Esto es debido a que se ha ejercido accidentalmente sobre ellas una fuerza que las ha deformado. Esta anomalía es más fácil que se produzca cuando las varillas de la sonería son de mayor longitud; las que suelen tener los carillones con varillas en disposición vertical.
Cualquier cosa que impida la libre vibración de las varillas de la sonería producirá un sonido defectuoso.
Distancia incorrecta entre el mazo y la varilla
Cuando el mazo del martillo está demasiado separado de la varilla, no la alcanza al ser accionado por el mecanismo del carillón. Esto hace que alguna de las notas de la melodía no suenen, quedando esta incompleta.
La situación opuesta se produce cuando los mazos están demasiado próximos a las varillas. En esta situación, tras la percusión, los primeros interfieren el movimiento vibratorio de las segundas produciéndose un sonido defectuoso.
Notas con distinta intensidad
Este es otro defecto que se puede presentar. Las notas son claras y nítidas, pero alguna de ellas tiene una intensidad de sonido mucho mayor o menor que las demás.
Esto se debe a que la energía transmitida a una determinada varilla es significativamente distinta que al resto. Para corregir este defecto hay que controlar como está funcionando el martillo correspondiente, y en concreto: Centrado del martillo, distancia a la varilla, y fuerza del resorte que lo empuja. Observando estas cuestiones, y haciendo los ajustes que sean necesarios, se modifica la intensidad del sonido hasta que sea similar a la de las demás.
En los relojes carillón de mesa las varillas de la sonería suelen ser más cortas que en los de caja alta, y normalmente están en posición horizontal. Además, para los toques horarios de las enteras suelen utilizarse las mismas varillas que para el carillón.
Los relojes de carillón son bastante populares. Al menos en España, es bastante frecuente verlos en los hogares de los españoles.
Su reparación suele ser más complicada que la de otros tipos de relojes. Al tener tres trenes de engranajes – para el movimiento de las agujas, para el carillón y para los toques horarios de las enteras – hay más piezas y el montaje es más complejo.
Por lo demás, se trata de relojes muy apreciados por personas a las que les gustan las sonerías musicales que suenan cada cuarto de hora. Sonerías que no pasan desapercibidas.
