Reloj de cuadro con decoración Boulle

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horloge tableau
Reloj francés del siglo XIX

Reloj de cuadro francés del siglo XIX

Un reloj muy interesante, característico de la relojería francesa, es el «tableau horloge»; en español, reloj de cuadro.

Los fabricantes  franceses del siglo XIX y principios del XX, ofrecían a sus clientes tanto «Tableaux» como «Oeils de boeuf», relojes de cuadro y de ojo de buey. Son relojes distintos, aunque en España se suele llamar a ambos «relojes de ojo de buey». Los relojes de «ojo de buey» son los que tienen marco circular; los de otras formas – como el protagonista de este artículo – son relojes de cuadro.

Dos mecanismos diferentes

El reloj de cuadro francés se fabricó durante el siglo XIX y principios del XX, con dos tipos de mecanismos: París y Morez. Estas dos ciudades francesas dan nombre a dos mecanismos de relojería completamente distintos.

El reloj que se muestra en este artículo dispone de máquina París con platinas circulares. En muchos otros casos los mecanismos París de los relojes de cuadro tenían platinas cuadradas.

La otra variante, en cuanto al mecanismo, es la que conocemos como Morez. Los mecanismos que se hacían en esta ciudad francesa eran de mayor tamaño, tenían los elementos dentro de una jaula de hierro, y sonerías por rastrillo recto y caracol.

Hace años – al menos en España – se preferían relojes de cuadro con mecanismo Morez. En los anticuarios solían venderse a mayor precio que los que iban equipados con máquina París. Hoy día, el tipo de máquina no es tan relevante en cuanto a la valoración del reloj. Ambas, Morez o París, son excelentes, y solo por este factor no sería lógico considerar que un reloj es mejor que el otro. Lo que si se tiene en cuenta al valorar estos relojes – además de su estado, lógicamente – es la belleza y espectacularidad de las cajas y esferas. En este ejemplo, estamos ante una formidable pieza del siglo XIX, con una bonita caja ebonizada, con incrustaciones metálicas y de nácar tipo Boulle. La esfera, otro elemento fundamental en relación a la belleza del reloj, es de alabastro con cartuchos de porcelana y escudos de latón estampado.  Posiblemente estas esferas de alabastro con números de porcelana son las más bonitas.

Mouvement Paris
Mecanismo París del reloj de cuadro

Relojes de cuadro de fabricación alemana

Además de estos dos tipos de reloj de cuadro – en cuanto a su mecanismo París o Morez – pueden encontrarse también en anticuarios e Internet, los que salieron de las fábricas de relojería alemanas en el siglo XX. Se trata de relojes fabricados al estilo de los franceses, pero con mecanismos producidos por fábricas de relojería de Alemania. La poderosa industria relojera alemana reprodujo muchos tipos relojes tradicionales de otras naciones europeas. Dos de ellos fueron los de cuadro y ojo de buey.

Marcas de fábrica en las platinas

Barbot
Établissement de Paris Barbot
Japy Frères
Japy Frères

En las platinas del reloj vemos las marcas de fábrica de «Japy Frères» (trasera), y «Barbot»  (delantera). 

El mecanismo está regulado por un péndulo. La suspensión es de acero, bilámina. Como es habitual en este tipo de suspensiones, está formada por dos bloques, uno fijo y otro móvil, unidos por dos láminas flexibles de acero. El bloque fijo debe estar bien sujeto en la ranura de la pieza en la que va colocada la suspensión.

Relojes suspensión
Detalle de la suspensión

Sin holguras dentro de esa ranura, que harían que la fuerza de impulsión del escape sobre el péndulo fuese menos eficaz; pero no tan ajustada que impida que la suspensión quede perfectamente vertical al suspender de ella el péndulo.

El mecanismo va fijado a la caja mediante tres tirafondos sobre sendas piezas de latón con forma de «L». En la imagen de la izquierda podemos verlo en su ubicación dentro de la caja. La esfera se sujeta al mecanismo por medio de 3 vástagos que atraviesan la platina delantera, con sus respectivos pasadores.

Esfera del reloj

La esfera del reloj es de alabastro con números romanos en piezas de porcelana rodeadas por escudos de latón estampado. Estas esferas de alabastro – tal como se ha comentado – son las más bonitas. La vista frontal del reloj nos permite apreciarlo en toda su espectacularidad. Debería primarse esta, a la hora de ubicarlo. Colocarlo a cierta altura en la pared, también realzará su belleza. Si además «se le da espacio» e ilumina con cierto gusto, el reloj llamará la atención de los que le contemplen.

A la izquierda, detalle de la esfera del reloj. La escala de minutos y el nombre «Ancely à Toulouse» están pintadas con tinta sobre el dial de alabastro. Así se hacía en los relojes de este tipo y época.

Es importante no limpiar la esfera con productos que pudieran estropearla. Lo más recomendable si hay polvo sobre el dial, es retirarlo mediante un pincel suave, en seco.

Decoración Boulle

Una de las peculiaridades de los relojes de cuadro es la decoración de su ventana frontal. Esta se levanta desde la parte inferior, en base a dos bisagras dispuestas horizontalmente en la parte superior.

Entre la esfera y el marco del reloj, hay una zona que suele estar decorada. En los relojes franceses más antiguos, encontramos preciosas decoraciones con incrustaciones de metal y nácar. Las artísticas formas de las incrustaciones, junto con los llamativos colores que destacan sobre el negro de las cajas, dan a los relojes un aspecto imponente y elegante. En las piezas más sobresalientes, la decoración consistía en paisajes o escenas, en los que se combinaban piezas de nácar con los colores de las pinturas, creando composiciones de gran belleza.

Este tipo de decoraciones se llaman «Boulle», en honor a André-Charles Boulle (1642 – 1732), quien destacó por su maestría en la decoración de muebles y relojes con incrustaciones. Henry Havard nos dice en su libro «Les Arts  de l’Ameublement, L’Ebénisterie», que este ebanista francés no fue el único que en su tiempo aplicó estas técnicas de decoración. También nos dice que el arte de decorar mediante incrustaciones ya era conocido en la antigüedad. André-Charles Boulle se distinguió por el virtuosismo con el que practicó este arte.

Sonería del reloj

El reloj dispone de sonería por sistema de rueda contadera sobre gong. Da los toques horarios a las enteras y a las medias. No tiene repetición de enteras. El sonido del gong es agradable, grave y sostenido en el tiempo. Podría decirse que es un sonido elegante, en perfecta armonía con el resto del reloj.

Ancely à Toulouse

Ante un reloj antiguo, las almas curiosas gustan saber todo lo posible sobre su origen: ¿quien lo fabricó?, ¿dónde?, ¿a quién perteneció?…

En la esfera del reloj, bajo los bocallaves, leemos: Ancely à Toulouse. «Quartier» (vecindario) de la ciudad de Toulouse. El nombre Ancely está parcialmente borrado.

Ancely à Toulouse
Ancely à Toulouse

En las esferas de los relojes podemos encontrar nombres de relojeros o fabricantes, y también de villas o ciudades. En este caso, Ancely à Toulouse, es el lugar del sur de Francia en el que se encontraba la relojería en la que se vendió este reloj por primera vez.

Era habitual en esa época, que las relojerías encargasen sus relojes a las fábricas. En estas se ponía el nombre de la relojería – que muchas veces era el del relojero que la regentaba – y la ciudad en la que estaba. Este distintivo, que servía de reclamo publicitario a la relojería, se ponía en un lugar bien visible del reloj, generalmente la esfera.

No vemos el nombre de la relojería en este caso; ¿tal vez por haberse borrado en alguna operación de limpieza del dial?. No lo sabemos.

Escape del reloj

En el video siguiente puede verse en funcionamiento el escape del reloj. Se trata de una comprobación del mecanismo, sin el péndulo actuando como regulador; es por esta razón – el no estar colocado el regulador – por lo que el escape se mueve con tanta rapidez.