En la región del sur de Alemania que conocemos como Selva Negra se hicieron muchos tipos de relojes. Uno de ellos es el «Rahmenuhr», nombre que recibe en alemán. En el presente artículo se muestra el proceso de reparación de uno de estos relojes. En este caso se trata de una pieza de la segunda mitad del siglo XIX.
Los problemas más frecuentes que se encuentran al abordar la reparación de un reloj de la Selva Negra son: suciedad en el mecanismo, desgastes de pivotes y buchones, falta de engrase, partes deterioradas de las piezas (dientes y pivotes rotos o doblados), oxidación de las piezas de acero), piezas no originales y madera de las cajas en mal estado, atacadas por polillas, carcomas, etc. Aún siendo cada caso distinto, hay ciertos problemas en las reparaciones que se repiten.
Mecanismo del reloj
Tras una primera comprobación del estado general del reloj, incluyendo la observación del funcionamiento y las anomalías que presenta, se procede a sacar el mecanismo de la caja.
Características del movimiento y la sonería
El mecanismo es de un día cuerda con platinas de madera, y la fuerza motriz se obtiene mediante pesas. El movimiento tiene escape de áncora regulado por péndulo. La suspensión del péndulo es del tipo que se denomina «Selva Negra». La sonería es de horas, por sistema de rueda contadera. El sonido se produce por percusión de un martillo metálico sobre el gong.
Una vez sacado el mecanismo de la caja del reloj, se comprueba que la suciedad es abundante en el: una mezcla de polvo, grasa y aceites deteriorados, y cierto grado de oxidación. Esto es lo que debe eliminarse mediante el proceso de limpieza.
Desmontaje
Algunas de las operaciones que deben hacerse para reparar el reloj, requieren desmontar completamente el mecanismo.
Al ir sacando las piezas se observa con más claridad la suciedad que presentan.
Al extraer las platinas traseras del mecanismo, se pueden sacar las piezas de los rodajes del movimiento y la sonería. A medida que avanzamos en el desmontaje del mecanismo vamos viendo nuevos detalles. Si a través de fotografías desde el exterior de un reloj podemos ver muchas cosas que nos dan una idea de su estado, solo cuando accedemos a los rincones más ocultos del mismo podemos saber realmente como está.
El comentario anterior debería tenerse en cuenta, siempre que se proceda a la valoración o eventual compra de un reloj antiguo, del cual no se tengan más datos que los aportados por fotografías externas o una ligera inspección visual desde el exterior. Cuando vemos de cerca, con la ayuda de lentes, las partes más ocultas del reloj, incluido su mecanismo, es cuando podemos conocer a fondo su estado.
Limpieza
La suciedad que se observa en estas piezas es similar a la de las restantes del mecanismo. En la rueda dentada de la imagen hay restos de aceite y grasa solidificados entre los dientes. Se extraen primeramente mediante un palillo de madera y un pequeño alambre de latón aplanado. La limpieza del dentado solo termina cuando no queda rastro alguno de estos lubricantes deteriorados entre los dientes de la rueda dentada.
Pulido de superficies
Las superficies de las piezas en contacto que deben tener la mínima fuerza de rozamiento posible, han de estar perfectamente pulidas. Ese es el caso de los pivotes. Una buena limpieza, pulido y engrase, tiene el positivo efecto de reducir la fuerza de rozamiento y el desgaste. Ambos, son objetivos importantes en cualquier operación de mantenimiento o reparación.
Montaje del mecanismo
Una vez limpias las piezas, corregidos los desgastes en los buchones en mal estado, y pulido los pivotes, se procede al montaje del mecanismo.
Engrase
Finalmente, cuando las piezas están limpias y secas, se procede al engrase de las superficies de las piezas que requieren lubricación. El engrase disminuye las fuerzas de rozamiento, y reduce el desgaste de las piezas en contacto. Es por tanto una operación importante que redundará en el funcionamiento y conservación del reloj.
Hay puntos que requieren engrase y no son de fácil acceso una vez montado el mecanismo. Por esta razón deben engrasarse antes de ser colocadas estas piezas en su emplazamiento.